1. ¿Qué es el Cardio? Dejemos de adivinar y hablemos claro
El término “cardio” es una de esas palabras que, como muchas celebridades, está siempre en boca de todos, pero pocos saben definirla con precisión. ¿Qué te viene a la cabeza? ¿Quizás las aburridas horas en la elíptica o correr sin rumbo en la cinta? El problema es que, en el fitness, hemos simplificado tanto el término que hemos perdido su verdadero significado.
Decir que cardio es “cualquier cosa que eleve tu ritmo cardíaco” sería un error garrafal, ya que hasta levantarse del sofá cuenta. Para entender qué es el ejercicio cardiovascular, debemos trabajar al revés: partiendo de lo que significa la capacidad cardiovascular.
2. La Definición Científica: Más allá de sudar
El cardio, o el ejercicio cardiovascular, es una forma de entrenamiento diseñada para mejorar dos capacidades esenciales del cuerpo:
La capacidad del organismo para transportar sangre rica en oxígeno a los músculos que están trabajando.
La capacidad de esos músculos para utilizar ese oxígeno y generar la energía necesaria para ejecutar el movimiento.
En esencia, es cualquier tipo de actividad física que aumenta la eficiencia del cuerpo para producir energía para las tareas motrices. Y, según los principios básicos del entrenamiento, para aumentar esta eficiencia, necesitamos la sobrecarga progresiva: desafiar continuamente nuestra capacidad física actual.

“Antes de sumergirte en técnicas avanzadas de musculación, es vital que comprendas los pilares fundamentales del [Fitness y wellness]. Una base sólida de resistencia cardiovascular y flexibilidad es lo que permitirá que tu cuerpo aguante entrenos de alta exigencia sin lesionarte.”
3. El Debate: ¿Solo correr cuenta como cardio?
Cuando hablamos de ejercicio que requiere que los músculos demanden más oxígeno para producir energía, es evidente que el corazón tiene que latir más rápido. Esto incluye, claro está, las actividades tradicionales:
Correr (running), montar en bici o nadar.
Sesiones de HIIT (entrenamiento de intervalos de alta intensidad).
Pero aquí viene la sorpresa: el cardio también puede incluir actividades que tradicionalmente vemos como fuerza, como un entrenamiento de pesas en circuito con poco descanso, o deportes de alta intensidad como el tenis, el pádel o el fencing (esgrima). Lo importante es la demanda de oxígeno, no la herramienta.
4. El Principio de Especificidad: No todo se transfiere
Este es el punto más importante que como coach quiero que interiorices. Si eres un corredor experimentado y te subes por primera vez a una bicicleta de montaña, probablemente acabarás reventado (agotado). Y pensarás: “¡Necesito más cardio!”.
¡Alto ahí! Tu capacidad cardiovascular general es excelente, pero la especificidad del entrenamiento lo cambia todo. Al pedalear, estás utilizando músculos distintos (cuádriceps, glúteos) de una manera diferente. El cuerpo tiene que trabajar más porque esos músculos específicos no están entrenados para esa tarea.
Moraleja: Entrenar la resistencia corriendo te hace mejor corredor; entrenar la resistencia nadando te hace mejor nadador. Enfoca tu entrenamiento según tu objetivo principal.

Para los que buscan llevar su físico al siguiente nivel: “Si tras entender la importancia del bienestar integral sientes que lo tuyo es la máxima exigencia y el desarrollo muscular extremo, no puedes perderte nuestra guía detallada sobre [¿Qué es el culturismo?]. En ella, desglosamos la disciplina necesaria para esculpir un cuerpo de competición.”
5. Los Premios del Cardio: Por qué es la ‘Estrella’ de la Salud
El ejercicio cardiovascular es, con razón, una de las prácticas más promocionadas frente al entrenamiento de fuerza. Sus beneficios para la salud a largo plazo son innegables y están respaldados por la ciencia:
Salud Cardíaca: Fortalece el músculo cardíaco, permitiéndole bombear sangre de manera más eficiente.
Prevención de Enfermedades: Está científicamente demostrado que reduce el riesgo de padecer una gran cantidad de enfermedades crónicas (diabetes tipo 2, hipertensión).
Gestión de Peso: Ayuda en la quema de calorías y puede ser una herramienta poderosa en la pérdida de grasa (siempre que se combine con una buena nutrición).
El Gran Premio: Mejora tu salud general y, por ende, aumenta tu esperanza de vida.

“El entrenamiento de resistencia es fundamental, pero el rendimiento y la prevención de lesiones mejoran al trabajar la fuerza y la conexión mente-cuerpo. No te quedes solo en la cinta:
Para mejorar tu recuperación y reducir el estrés: Complementa tus sesiones activas con flexibilidad y calma. Lee nuestra guía sobre [¿Qué es el yoga?] y sus increíbles beneficios mentales.
Para estabilizar tu cuerpo en carrera o bici: La fuerza no solo está en las piernas. Descubre [Los 12 Ejercicios de Abdomen Esenciales para Mujeres] y construye el núcleo fuerte que necesitas para el rendimiento.”
6. El Consejo de tu Coach: Empieza con Cabeza
Como cualquier otro ejercicio, el cardio debe introducirse de forma gradual y con cabeza (con inteligencia). Si vas demasiado fuerte al principio, solo conseguirás aumentar el riesgo de lesión al someter a tus músculos y articulaciones a un estrés para el que aún no están preparados.
¿Por dónde empezar? Los expertos españoles en actividad física recomiendan acumular al menos 150 minutos de actividad cardiovascular moderada a vigorosa por semana, divididos en bloques de 10 minutos o más.
Recuerda: La clave no es la intensidad inicial, sino la constancia y la progresión a lo largo del tiempo. ¡Menos es más, si lo haces bien y con regularidad!
Para las mujeres que quieren un cambio real: “Por otro lado, si eres una mujer decidida a transformar su figura y dominar su salud hormonal a través del entrenamiento inteligente, te recomendamos nuestra sección especializada en [Fitness femenino]. Descubre cómo adaptar el ejercicio a tu cuerpo para obtener los mejores resultados.”
“Para profundizar en todas estas disciplinas y acceder a planes de entrenamiento y nutrición personalizados, te invitamos a visitar la web oficial de [Slafit].”


No comment